La importancia de un buen funcionamiento del CORE

By 29 mayo, 2018Sin categoría
El CORE es esencial a la hora de realizar cualquier movimiento. Un mal funcionamiento del CORE o una falta de activación nos puede dar diferentes problemas a nivel postural, ocasionar dolores musculo-esqueléticos, disfunciones perineales y respiratorias.

El diafragma, musculo principal de la respiración, pero también con un papel fundamental en el control postural, forma parte del CORE. Si tenemos un diafragma muy tenso, la tendencia será cerrar la cadena anterior, generando así una desactivación del CORE. Nos interesara tener un diafragma con una tensión de 0, es decir, que podamos introducir los dedos por dentro de las costillas y que al respirar no nos expulse los dedos. La tensión del diafragma no depende exclusivamente de un solo ítem, sino que depende de múltiples factores, como las emociones, la postura, si existen o no disfunciones digestivas, dolores musculo-esqueléticos, etc.

Muchas veces la tensión del diafragma, a la larga, también deriva en otros problemas, como podrían ser los problemas del suelo pélvico debido a la gran presión mal ejercida en la cavidad abdomino-perineal.

El suelo pélvico también es una unidad fundamental en el control postural. Por tanto, tener un diafragma y un suelo pélvico con un buen tono de base es esencial para que la musculatura estabilizadora pueda trabajar correctamente. Además, existe una sinergia entre la musculatura del transverso y el oblicuo interno con el periné. Cuando activamos el periné se activa el abdomen, y a la inversa.

Con todo esto, queremos decir, que antes de ir a buscar la activación de un determinado grupo muscular con un ejercicio de mayor dificultad, observar en qué punto nos encontramos, si hay que hacer un trabajo previo del diafragma u otra zona esencial para el control postural y empezar a activar el CORE mediante la postura y la respiración.

Cuando trabajamos la postura pedimos una autoelongación y observamos que nuestra faja abdominal se tensa y nuestro periné sube. Además, cuando le añadimos la exhalación activamos aún más la musculatura abdominal y la musculatura del periné. A partir de aquí ya empezamos a trabajar la estabilización del cuerpo y será a partir de este punto donde podremos empezar a meter ejercicios de más dificultad.

Tendremos que reeducar, enseñar al paciente y, con esto no solo consiste en colocar al paciente en la postura correcta, sino explicarle la anatomía, la musculatura implicada y el por qué vamos a realizar determinados ejercicios, posturas o técnicas. De este modo, el paciente lo entiende, lointegra y normalmente, obtenemos mejores beneficios.

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