Qué es la Ecografía Músculo-Esquelética?

By 9 noviembre, 2017Sin categoría

Es un tipo de ecografía que permite explorar diversas estructuras del aparato músculo-esquelético, como músculos, tendones, ligamentos, bursas, cartílagos y superficies de huesos fundamentalmente.


En manos expertas y con equipos de alta gama pueden estudiarse también mediante Doppler color pequeñas venas y arterias que irrigan estas estructuras, los cambios que se producen en éstas durante un proceso de cicatrización o de consolidación ósea, después de una operación o tras un traumatismo, y también visualizar los nervios periféricos.Las imágenes se obtienen en tiempo real, con lo que podemos observar zonas de nuestro organismo en movimiento, como por ejemplo la contracción de un músculo, el deslizamiento de un tendón, comprobar si existe rotura en un ligamento, o qué sucede al mover de una forma determinada una articulación.

¿Cómo se hace una ecografía músculo-esquelética?

Normalmente el paciente está acostado en una camilla pero para explorar algunas zonas (hombro, codo, mano) colocamos al paciente sentado. Dejamos la piel al descubierto y sobre ella aplicamos un gel conductor que permite una correcta adaptación del transductor de ultrasonidos; éste lo vamos deslizando sobre la piel, obteniendo imágenes en tiempo real que observamos en el monitor.

¿Cuándo hay que hacer este tipo de ecografía?

Su médico, habitualmente el traumatólogo, el reumatólogo u otro, le hará una historia clínica y una exploración física cuidadosa para determinar el origen de su problema y tratarlo. Estos dos pasos son los primeros y los más importantes cuando se tiene un problema de salud, y la mayoría de las veces resulta suficiente con dar dichos pasos para obtener un diagnóstico, pero en ocasiones o bien este primer filtro no es concluyente o bien su médico ha observado algún signo que ha de ser estudiado más a fondo, y entonces se recurre a pruebas complementarias como la ecografía.

¿Qué lesiones pueden verse?

Inflamatorias: de los tendones (tendinitis), de las bursas (bursitis), derrames de las articulaciones, abscesos, etc.
Degenerativas: tendones, ligamentos, cartílagos, etc, como consecuencia de determinadas enfermedades o de esfuerzos repetidos durante años, pueden sufrir un proceso de “desgaste” (cuando afecta las articulaciones hablamos de artrosis).
Traumáticas: contusiones, hematomas, roturas de fibras en músculos, tendones, ligamentos… son lesiones frecuentes como consecuencia de accidentes de todo tipo (laboral, deportivo, escolar, tráfico, doméstico, etc).
La ecografía identifica estas lesiones, evalúa la gravedad y sirve también para valorar su evolución.
Complicaciones: La ecografía es muy útil para saber por qué una lesión no mejora en el tiempo previsto o no responde a un tratamiento. También tiene la gran ventaja sobre la resonancia de poder valorar zonas con material metálico, como por ejemplo un tobillo operado en el que se ha colocado una placa y tornillos.

Guía ecográfica para punciones, infiltraciones, etc. La ecografía, realizada por ecografistas expertos, resulta de gran utilidad para dirigir una aguja hacia el interior de un quiste o un hematoma con el fin de drenarlos, o para infiltrar un medicamento en una zona de acceso difícil o de reducido tamaño con el objeto de que dicha infiltración sea más precisa y segura.

¿Sustituye a la Resonancia?

Son exploraciones diferentes. La Ecografía es la prueba de elección en la mayoría de las lesiones de partes blandas (músculos, tendones, etc.) y periarticulares, y la Resonancia Magnética lo es para valorar el interior del hueso, zonas no accesibles o lesiones muy complejas. Su médico, en base a la historia clínica y exploración, decidirá en cada caso qué prueba es más conveniente.

¿Qué duración tiene la prueba?

Habitualmente entre 15 y 30 minutos.
Puede aumentar cuando se hacen estudios con Doppler color, 3D y 4D, ecografías pre y postejercicio físico y en los casos en que se haya indicado hacer una punción aspiración o una infiltración ecoguiadas.

¿Es necesaria alguna preparación previa?

No es necesario estar en ayunas.
Unicamente recomendamos que no aplique cremas o pomadas sobre la zona que se va explorar desde un día antes, ya que algunas dificultan la visualización de imágenes.
Si la zona a explorar tiene algún vendaje, férula, yeso, etc, será necesario que se lo retiremos total o parcialmente justo antes de la ecografía y, según los resultados y/o el consejo de su médico, se le colocará o no nuevamente.

 

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