Problemas Suelo Pélvico Femenino

By 13 febrero, 2017Sin categoría

Las disfunciones más comunes que afectan a la recuperación suelo pélvico femenino son:

1. Disfunciones miccionales:

Incontinencias al esfuerzo o urgencias miccionales

Incontinencia de esfuerzo: pueden ser debidas a un esfuerzo abdominal incontrolado como toser, reír, correr, andar o incluso levantarse de una silla. En estos casos se llama incontinencia urinaria de esfuerzo.Su origen puede ser debida a una debilidad del suelo pélvico por motivos como:

– Los partos

– La menopausia

– La práctica de deportes de impacto

– Por intervenciones quirúrgicas ginecológicas

– Factores genéticos también afectan.

Incontinencia de urgencia: Son las pérdidas de orina repentinas e imposible de evitar. Suele tener ganas frecuentes de ir al baño pero la cantidad no corresponde con la sensación, ni siquiera le da tiempo a llegar al baño, incluso a veces se despierta por la noche dos o tres veces y necesita ir a orinar. Pueden cursar con pérdidas de orina pero también hablamos de hiperactividad vesical sin perdidas, que son las ganas frecuentes de ir al baño a hacer pipi, incluyendo la noche y puede ser muy molesto para la mujer ya que le condiciona su vida social.

Incontinencia mixta. Es una mezcla de las dos anteriores.

2. Prolapsos

Consiste en la caída de los órganos pélvicos, vejiga (cistocele), útero (histerocele) y      recto (rectocele), suele ser debido a la debilidad de los músculos del suelo pélvico o  debilidad de los ligamentos que los sujetan.

Los motivos que causan esta debilidad pueden ser los partos, la postura (un exceso de curvatura lumbar), esfuerzos repetidos, el estreñimiento crónico, incluso una postura inadecuada de la pelvis.

Hay varios grados de prolapsos dependiendo de si el órgano no sale, se queda dentro de la vagina más o menos elevado o por el contrario el órgano traspasa el introito vaginal.

3. Alteración en el sistema muscular del suelo pélvico

Hipotonía/hipertonía, disminución de la fuerza

Hipotonía perineal es una disminución del tono de la musculatura perineal impidiendo realizar su función de sostén y de esfínter. O por el contrario puede haber un exceso de tono de la musculatura perineal,  incomodo para la mujer, impidiéndola tener relaciones sexuales placenteras, siendo incluso dolorosas, y puede ser un factor de riesgo a la hora del parto para el paso del bebe.

4. Disfunciones sexuales

Anorgasmia: ausencia del orgasmo pero no del deseo sexual.

Dispareunia: coito doloroso, penetración dolorosa

Vaginismo: contracción muscular prolongada de los músculos del suelo que rodean la entrada de la vagina, impidiendo la penetración, incluso la utilización de un tampón en los casos de vaginismo completo. También puede ser un vaginismo situacional o comportamental.

Vulvodinias: malestar vulvar persistente, incluso dolor  crónico, tiene la sensación de quemazón o como si le clavasen agujas y la vulva estuviera al rojo vivo.

Todas estas disfunciones afectan a la sexualidad y no solo tienen una causa física. Normalmente esta asociado a causas psicológicas, con lo cual en estos casos es muy importante un tratamiento multidisciplinar para conseguir resultados adecuados.

La reeducación perineal tiene como objetivo disminuir o controlar el dolor con ayuda de diferentes técnicas, entre ellas la toma de conciencia corporal, ejercicios para desensibilizar los músculos de la entrada de la vagina y reencontrar el control de los músculos del suelo pélvico.

5. Lesiones neurológicas periféricas

Atrapamientos del nervio pudendo. Es el atrapamiento del nervio en cualquier tramo de su recorrido. El principal síntoma es el dolor en la zona perineal en forma quemante, perdida de sensación, entumecimiento, sensación de un bulto o cuerpo extraño a nivel del recto, coito doloroso, etc. El síntoma  más característico que cuenta el paciente es que sentado se despierta el dolor pero tumbado se alivia.

Se puede también confundir con síndrome miofascial durante la recuperación suelo pélvico femenino, que suele provocar síntomas parecidos. Es un trastorno neuromuscular crónico pero que no cursa con inflamación, es un acortamiento muscular y su característica primordial es la presencia de puntos gatillo y dolor referido que es muy parecido al del atrapamiento del nervio. Tiene las mismas sensaciones.

6. Disfunciones anorectales

Incontinencia anal: perdida de gases o materias fecales, suele producirse cuando la musculatura del suelo pélvico se ha debilitado y en los casos de aumento de presión intrabdominal los músculos no pueden realizar su roll de sostén y de esfínter.

Las causas pueden ser variadas y hay diferentes tipos de incontinencias anales en función del origen.

Pueden provocarse después de un traumatismo pélvico o una operación como las hemorroides en las que a veces se lesiona el esfínter anal.

O en los casos en el que la musculatura se va debilitando poco a poco debido a un estreñimiento crónico, a base de realizar esfuerzos de expulsión continuados, la musculatura se va deteriorando.

Estreñimiento: dificultad para evacuar las heces. Puede ser debido a un problema de la musculatura rectal, o por el contrario el problema está a nivel distal. Los volúmenes de heces que desencadenan las necesidades de defecar están alterados o por falta de sensibilidad o por el contrario por no tener un sistema muy capacitivo y de estocage. Muy importante para tratarlo en la recuperación suelo pélvico femenino.

Fisura anal: Es una herida a nivel del esfínter anal externo. Suele ser muy dolorosa sobretodo a la hora de defecar y puede llegar hasta el sangrado anorectal.

7. Cirugía abdominal o proctológica

Toda cirugía es un acto que agrede los tejidos de la zona y toda cicatriz debe ser tratada adecuadamente para recuperar la mayor elasticidad posible y evitar las adherencias y complicaciones a posteriori. También es importante tonificar la zona abdominal y perineal en el caso de abordaje proctológico ya que toda cicatriz debilita la musculatura.

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