De repente, llega ese momento en el que por circunstancias de nuestro entorno, la familia, el trabajo, la salud…Nos damos cuenta que no nos sentimos a gusto con nuestro cuerpo, ya sea porque nos sentimos menos ágiles, o simplemente porque no nos vemos igual que hace años o esa analítica que lucíamos orgullosos, ahora ya empieza a tener esos asteriscos que no nos gustan un pelo.
El estrés, el ir en coche a todas partes y los largos horarios de trabajo hacen que dejemos relegada la actividad física, una semana, otra semana…
Si unimos, una vida sin a penas actividad física, y una gran variedad de productos pre-cocinados y establecimientos de comida rápida, esto da como resultado, una sociedad que cada vez está más íntimamente ligada a padecer todo tipo de enfermedades.
También hay que tener en cuenta que no solo debemos tener la necesidad de hacer deporte para combatir esos kilos derivados del problema del sobrepeso, sino que sería fundamental incorporarlo como búsqueda de una buena salud en cualquiera de las etapas de la vida en la que nos encontremos.
Por lo tanto, ¿y si nos organizamos y buscamos esa buena salud asociada a una alimentación saludable y la acompañamos de una práctica de actividad física que nos guste? Quizás te sorprendas y hasta te haga la vida más fácil.
Beneficios que nos aporta la actividad física:
Mejoras físicas generales:
- Tonifica los músculos e incrementa su fuerza, elasticidad y previene su deterioro.
- Mejora el funcionamiento de las articulaciones.
- Aumenta la resistencia e incrementa la capacidad para el trabajo físico y mental.
- Previene el deterioro óseo.
- Mejora la circulación vascular del cuerpo, previniendo enfermedades cardíacas.
- Mejor funcionamiento del sistema digestivo y inmunitario.
- Ayuda a combatir la ansiedad y estrés mental.
- Mejora el estado ánimo y la autoestima.
- Mejora las relaciones sociales, cuando compartimos momentos de ocio realizando una actividad deportiva que nos divierta y en compañía.