En vacaciones no todo es relax, ¿cuáles son las lesiones más comunes?

By 28 agosto, 2019Sin categoría

Aunque las altas temperaturas nos obligan a resguardarnos durante las horas más calurosas en casa, el verano también nos permite disfrutar de planes al aire libre impensables durante el invierno.

Así, piscinas urbanas, ríos naturales y la playa se convierten en salvaguarda de las olas de calor y, como cabe esperar. Claro que, disfrutar de estos destinos estivales conlleva, también, una serie de riesgos; y es que las malas prácticas o costumbres pueden costarnos una lesión que merme nuestra calidad de vida en verano.

Las dolencias que más se tratan de junio a agosto son las sobrecargas musculares donde la etiología es diversa.  En caso de aparición de dolores o primeros síntomas, lo que hay que hacer es consultar al médico de atención primaria, para que descarte si existe alguna patología grave. Después, si el profesional determina que se trata de dolores derivados de alteraciones musculo esqueléticas, será la hora de visitar nuestra Clínica, y pedir cita a la Fisioterapeuta.

Cinco causas frecuentes de lesión en verano

1. El aire acondicionado

Nuestro cuerpo reacciona con una brusca contracción muscular cuando recibe el chorro de aire frio directo o cuando percibimos que la temperatura es muy baja, lo que puede provocar lesiones de diversa gravedad.

2. La falta de preparación física

El buen tiempo y las vacaciones son momentos idóneos para realizar actividades al aire libre y, aunque realizar ejercicio físico es fundamental para el organismo, debemos ser conscientes de nuestro nivel y capacidad física para evitar sobrecargas, lesiones. Además, la progresión en la intensidad ejercicio es igual de importante, ya que nos ayudará a evitar dolencias derivadas de malas prácticas deportivas.

3. Descontrol en el agua

Las piscinas o la playa invitan a las personas, sobre todo a los más jóvenes, al juego, siendo habitual que se tiren de forma brusca, lo que puede derivar en lesiones en varias partes de la columna vertebral. El problema de estas prácticas tan habituales en las piscinas se origina cuando nos tiramos sin mirar: deberíamos de ser conscientes de si hay otros bañistas cerca, si tenemos alguna pared o piedras cerca, qué profundidad tiene el agua y desde qué altura nos tiramos. Si no tenemos en cuenta estas variables, es más fácil sufrir una lesión musculoesquelética e incluso neurológica, donde las consecuencias son más graves. Respecto a las olas, se aconseja bucearlas, pues si ‘rompe’ en nuestro cuerpo puede provocar lesiones más graves en la columna vertebral, generalmente en cervicales.

4. Tomar el sol en la misma posición

Si bien es cierto que, no es ni malo ni bueno estar tumbado sobre superficie dura en la playa o la piscina, si aparecen molestias (dolor) sí suelen ser proporcionales. Como consecuencia del tiempo que permanecemos en una determinada posición, en un medio que no es el más adecuado (ya que no facilita que nuestro cuerpo de adapte al terreno), pueden aparecer lesiones del tipo de sobrecarga muscular, generalmente en la zona cervical y lumbar.

5. Un calzado inadecuado

El calzado por excelencia en verano son las sandalias y las chanclas,  pero no es adecuado ni se adapta a algunas actividades habituales, como caminar, correr o montar en bicicleta. Es importante que, cuando vayamos a realizar este tipo de actividades, elijamos bien lo que nos ponemos en los pies para evitar la sintomatología más frecuente, que suele ser dolor en tobillos, cara anterior de pierna, rodilla y planta de los pies.

 

 

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