El uso habitual de los ordenadores, tablets, y especialmente los teléfonos móviles, que últimamente se presentan como anexos inseparables de la anatomía humana, está incrementado considerablemente el número de pacientes aquejados de dolor de cuello asociado a mirar una pantalla, un síndrome que ha sido acuñado como “Text Neck“.
En concreto, este síndrome agrupa la presencia de rigidez, tensión y dolor en los músculos del cuello y la columna vertebral cervical, síntomas que suelen acompañar a una postura flexionada y sobre todo a una posición adelantada de la cabeza.
La biomecánica cervical al usar el móvil
El análisis minucioso de la biomecánica cervical durante gestos tan aparentemente inocuos como coger el teléfono móvil y echarle un vistazo para responder 4 whatsapps, por la flexión cervical que suponen, nos aportan datos que ponen de relieve un estrés considerable sobre esta zona de la columna vertebral.
Kenneth Hansraj, afamado cirujano neoyorkino especialista en columna, ha comprobado que con una inclinación de tan solo 15º de flexión, la parte anterior del cuello soporta una presión similar a la de 12kg. Con 45º, la fuerza sube hasta los 22kg, y flexionar hasta 60º equivale a cargar un peso de más de 27kg.
Parece ser que enviar mensajitos con el móvil tienen una repercusión mayor de lo esperado, y modificar este gesto, sobre todo evitando la flexión pronunciada (bajar la cabeza) o la protracción (adelantar la cabeza) del cuello, puede ser una prioridad en muchos pacientes con dolor cervical.
Dolor cervical y uso de dispositivos móviles en los más jóvenes
Como es lógico, en los superusuarios de modernísimos dispositivos electrónicos, los más jóvenes, esta condición es especialmente relevante y preocupante. De hecho, los estudios han demostrado que los jóvenes presentan un mayor riesgo de sufrir dolor de espalda y cuello debido al uso excesivo de estos dispositivos.
Según los resultados de una reciente revisión sistemática, existen pruebas inequívocas de que sentarse y el dolor musculoesquelético en el cuadrante superior (cuello, hombros y parte alta de la espalda) están relacionados en niños y adolescentes.
Con lo cual, sólo falta sumar la orientación adelantada y flexionada de la cabeza para sumar probabilidades de disfunción cervical.