“El papel de la Fisioterapia en el tratamiento de esta enfermedad»
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad neurológica que se suele presentar en adultos jóvenes. Suele declararse en personas de 20 a 40 años y es, afecta a 5.000 personas en la Comunidad Valenciana, tras los accidentes de tráfico, la segunda causa de invalidez en adultos jóvenes. Su origen y su cura son desconocidos, aunque la investigación no cesa y en los últimos años se han registrado avances muy importantes en su tratamiento.
Según estudios epidemiológicos recientes, la prevalencia de la esclerosis múltiple es de 100 casos por cada 100.000 habitantes. Se calcula que alrededor de 5.000 personas padecen esclerosis múltiple en la Comunidad Valenciana y más de 47.000 personas en España (en Europa, la cifra asciende a 400.000 personas). Otro dato: cada 8 horas se diagnostica un nuevo caso en nuestro país. En definitiva, la esclerosis múltiple supone un importante impacto personal, familiar y socioeconómico, al afectar a una población en la edad más productiva de la vida, requiriendo el apoyo y soporte de asociaciones, familiares, amigos y sistema sanitario.
Un adecuado programa de fisioterapia neuro-rehabilitadora, aunque no influya en la propia evolución de la enfermedad, va a tener como meta mejorar el autocuidado y la independencia, facilitando la actividad laboral y social, con aumento de la calidad de vida y la autoestima de los enfermos de esclerosis múltiple.
Qué es la Esclerosis Múltiple
Esclerosis significa endurecimiento y hace referencia a las placas o lesiones que se producen en el Sistema Nervioso Central como consecuencia de que se destruye la capa de mielina que protege los axones de las neuronas del cerebro y de la médula espinal. Dado que esta destrucción se da en distintos puntos, se le denomina múltiple.
La EM es una enfermedad muy variable, tanto en los síntomas que provoca como en su evolución. Mientras en unos casos permite realizar una vida prácticamente «normal», en otros la calidad de vida puede verse condicionada. Se puede decir que la EM es una enfermedad impredecible. Conviene saber:
• Es una enfermedad crónica y degenerativa
• Afecta preferentemente a las mujeres en una proporción aproximada de tres a dos.
• No es hereditaria. No es contagiosa. No es mortal.
• En la actualidad no existe tratamiento curativo. La rehabilitación integral es de vital importancia para conservar las capacidades residuales del afectado, así como para prevenir complicaciones secundarias. En ello, la Fisioterapia desarrolla un papel clave.
Diagnóstico y síntomas
El diagnóstico de la enfermedad se realiza primordialmente por la historia clínica y la exploración neurológica, teniendo en cuenta que la resonancia nuclear magnética (RNM) ha sido la técnica con mayor impacto en la esclerosis múltiple. Los potenciales evocados ayudan a corroborar dicho diagnóstico así como el estudio del líquido cefalorraquídeo.
Los síntomas frecuentes son los siguientes:
• Fatiga: Las personas con EM suelen manifestar un tipo de fatiga general y debilitante que no se puede prever y/ o es excesiva con respecto a la actividad.
• Trastornos visuales: Visión borrosa, Visión doble, Neuritis óptica, Movimientos oculares rápidos o involuntarios, Pérdida total de visión (infrecuente).
• Problemas de equilibrio y coordinación: Pérdida de equilibrio, Temblores, Ataxia (inestabilidad al caminar), Vértigos y mareos, Torpeza en una de las extremidades, Falta de coordinación, Debilidad, que puede afectar, en particular, a las piernas y el caminar.
• Espasticidad: Contracciones involuntarias y rigidez.
• Alteraciones de sensibilidad: Cosquilleo, entumecimiento (parestesia), o sensación de quemazón en zonas corporales, Dolor muscular y otros dolores asociados con la EM, como dolor facial, Sensibilidad al calor: ante un incremento de la temperatura, se produce un empeoramiento pasajero de los síntomas, Otras sensaciones no definibles.
• Trastornos del habla: Habla lenta, Palabras arrastradas, Cambios en el ritmo del habla.
• Problemas de vejiga e intestinales: Micciones frecuentes y/ o urgentes, Vaciamiento incompleto o en momentos inadecuados, Estreñimiento, Falta de control de esfínteres (poco frecuentes).
• Problemas de sexualidad e intimidad: Impotencia, Disminución de la excitación, Pérdida de sensación.
• Trastornos cognitivos y emocionales: Problemas de memoria a corto plazo, Trastornos de la concentración, discernimiento y/ o razonamiento.
La Fisioterapia en la Esclerosis múltiple
La fisioterapia actúa en todas las fases de la enfermedad; desde su diagnóstico, en el que ya se pueden plantear unos objetivos de tratamiento; tras un brote, donde evitaremos secuelas derivadas de éste evitando complicaciones e intentando recuperar el máximo de funcionalidad; y hasta en las fases más avanzadas, en las que será muy importante proporcionar los cuidados y precauciones necesarias para evitar complicaciones.
El tipo de enfoque y la intensidad de la fisioterapia dependerán de las necesidades de cada persona.
El objetivo del fisioterapeuta es el logro de la máxima independencia del afectado, así como paliar los efectos negativos de la evolución de la enfermedad en su vida cotidiana. Para alcanzarlo el plan de actuación del fisioterapeuta cuenta con los siguientes recursos.
Reeducación para el control de la fatiga.
Mantenimiento de la amplitud articular funcional.
Normalización del tono muscular y/o reeducación del mismo.
Reeducación y asesoramiento en la marcha terapéutica.
Coordinación, tonificación y estiramiento de la musculatura.
Proporcionar los estímulos adecuados a los déficits sensitivos.
Potenciación de las capacidades residuales.
Aumento de la capacidad respiratoria.
Prevención de las secuelas de la evolución de la enfermedad.
La fisioterapia ha demostrado su eficacia en el manejo de los síntomas de la EM potenciando el efecto del tratamiento farmacológico, permitiendo disminuir las dosis de este y, por tanto, evitando efectos secundarios.