Cuando cualquier tejido del cuerpo se lesiona inmediatamente la reacción de nuestro cuerpo es producir una inflamación. La inflamación es un proceso natural y necesario, ya que con el mismo se limpia la zona de los tejidos lesionados y se deja un terreno ideal para que otras células de nuestro cuerpo se encarguen de crear un tejido nuevo.
El problema es que cuando un tejido se lesiona repetidas veces las células se desorganizan y no logran ni limpiar la zona ni establecer el nuevo tejido correctamente. De esta manera los tejidos que sustituyen al tejido lesionado son tejidos duros que no poseen buena resistencia y pueden lesionarse de nuevo.
El cuerpo una vez más responde y empieza a depositar cristales de hidroxipatita. Cuando se crean muchos de estos cristales se termina formando un hueso, y este proceso es llamado calcificación.
Las causas de la calcificación tendinosa
La calcificación tendinosa o el depósito de cristales cálcicos en el tendón, puede tener varias causas:
1.Microtraumatismos y sobrecargas mecánicas
La actividad continua de los segmentos corporales genera pequeñas lesiones que individualmente no provocarían ninguna deformidad permanente. El problema se presenta cuando se suman muchas lesiones pequeñas y esto se prolonga en el tiempo: el cuerpo busca sustituir los tejidos continuamente lesionados por tejidos más resistentes, por lo que se fibrosan y se depositan los cristales de calcio.
2.Envejecimiento de los tejidos con disminución del riego sanguíneo
Las paredes de los capilares, que son los vasos sanguíneos en donde ocurre el intercambio del oxígeno para que las células funcionen correctamente, se engrosan con la edad provocando un intercambio menor de oxígeno. Si los tejidos no reciben suficiente oxígeno entonces son sustituidos por fibrosis e igualmente se depositan los cristales de calcio.
3.Mala alimentación
El consumo de ciertos alimentos produce exceso de cristales de calcio en el organismo. Este exceso no es metabolizado, por lo que los cristales suelen precipitarse a una serie de órganos con mayor facilidad.
4.Mal funcionamiento orgánico
Cuando un órgano que gestiona las sales de calcio como lo es el riñón se ve afectado por una enfermedad, el organismo no desecha las sales y se acumulan en los segmentos corporales. Pero además una mala alimentación o alguna alteración emocional genera disfunciones en órganos como el hígado o el estómago; y luego ésta se somatiza en diferentes partes del sistema músculo-esquelético.
5.Causas genéticas
Hay personas que tienen una tendencia natural a generar calcificaciones, ya sea por variaciones anatómicas u orgánicas producto de la herencia.
Calcificaciones más comunes en el cuerpo:
Las calcificaciones pueden ocurrir en cualquiera de los tendones de los músculos de nuestro cuerpo. Sin embargo te presentamos las 3 calcificaciones más comunes:
1.Calcificación del manguito rotador
El manguito rotador es una estructura musculotendinosa ubicada en el hombro, que le da estabilidad al mismo durante los movimientos. Los músculos que conforman al manguito rotador son: el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor, e subescapular y la porción larga del bíceps.
2.Espolón calcáneo
El espolón calcáneo es un recrecimiento de hueso que se crea en la parte posterior de la planta del pie, y que tiene forma de lanza. El espolón calcáneo se forma en las inserciones de los músculos plantares y la fascia plantar en el hueso calcáneo.
3.Calcificación del tendón de Aquiles
El tendón de Aquiles se encuentra en la parte posterior de la pierna, y éste une a los músculos gemelos y sóleo al hueso calcáneo (hueso que conforma el talón).